Cómo lograr los objetivos – el diseño del programa
Una vez establecidos los objetivos, hay que examinar cuáles son las opciones disponibles
para lograrlos. Un modo adecuado de diseñar el programa es preparar un plan de trabajo
en el que se enumere cada actividad elegida y, para cada actividad, las tareas de cada
participante, el momento en que se realizarán y los recursos que se necesitarán para ello.
En cada actividad hay mensajes que se desean transmitir. La mayor parte de nosotros
no piensa mucho en los mensajes que transmite con respecto al consumo de drogas y
la honradez deportiva, de modo que es importante dedicar cierto tiempo a la aclaración
de los valores y mensajes que se desea transmitir a los jugadores o participantes.
Recuerde que debe poner a prueba sus mensajes con los jugadores o el grupo a los que
intente beneficiar; mejor aún, pídales que le ayuden a diseñar los mensajes.
Los mensajes varían con cada programa, pero éstos son los principales:
los jugadores son personas capaces y merecen respeto;
sin honradez deportiva no hay deporte;
el consumo de drogas sicotrópicas obstaculiza el goce y el rendimiento;
el consumo de drogas que aumentan el rendimiento es una forma de estafa.
Un modo de transmitir los principales mensajes del programa es utilizar un código de
conducta escrito. Sin embargo, también transmitimos mensajes no verbales con nuestro
comportamiento y ¡las acciones siempre son más elocuentes que las palabras! En
consecuencia, si, por ejemplo, deseamos comunicar nuestro respeto a los participantes
jóvenes, lo que hagamos (por ejemplo, escuchar atentamente) tendrá más peso que lo
que digamos.
Asimismo, el modo en que hablamos del consumo de drogas en nuestras conversaciones
ocasionales (por ejemplo, mediante chistes y anécdotas) puede ser más importante que
lo que digamos en una sesión oficial dedicada a la “enseñanza sobre las drogas”. Debido
a que se concentran tantas emociones y tanta mística en torno a las drogas, es difícil
sostener una conversación normal sobre esas cuestiones. Si abordamos las conversaciones
sobre el consumo de drogas del modo en que abordamos cualquier cuestión sanitaria,
como las dietas o el ejercicio, ayudaremos a que los jóvenes se sientan más cómodos
para plantear y analizar problemas. Sin embargo, hay que tener cuidado en no transmitir
mediante esas conversaciones mensajes que no sean saludables.
Los medios de información transmiten a veces mensajes que no son saludables. Haga
que los jóvenes en su programa cuestionen los mensajes imperantes en los deportes
profesionales y los medios de información.
Los lemas a nivel de equipo, club o liga ayudan a enmarcar los pequeños mensajes que
forman parte del programa. He aquí algunos ejemplos al respecto:
llegamos a la meta poco a poco;
sólo tú puedes hacerlo, pero no solo;
deportes, sí – drogas, no;
acá las drogas no juegan;
rápido de vuelta a la sociedad;
una oportunidad para los jóvenes mediante los deportes;
la diversión es en serio.
C. L. Carlos A. Hernández
Director Distrital de promoción del Deporte
Distrito B3
"Hagamos Deporte B3"
30 minutos de actividad física diaria cambiaran tu vida.
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